Adoptar  También Salva Vidas

Pero él También podría salvar la tuya. 

Un perrito abandonado aprende a dormir con hambre, a temblar cuando oye pasos, a hacerse chiquitico para no molestar. El abandono no es un error: es crueldad. Duele, parte el alma y deja cicatrices que no se ven.

Pero también existe la otra cara: la de quien abre su casa y su corazón. Cuando adoptas, enseñas que el mundo puede ser tierno; que hay manos que acarician, platos que siempre se llenan, paseítos al sol y camitas tibias donde por fin descansar sin miedo.

Si hoy no puedes adoptar, igualmente puedes salvar: apadrina, sé hogar temporal, dona alimento o comparte esta publicación. Cada gesto cuenta.
No compres indiferencia. Adopta amor. Todos ellos han sido rescatados de esos lugares del infierno, hoy viven en el santuario, felices. Les dejamos las fotos para que conozcan a algunos de ellos.

 

Todos ellos viven en el refugio fueron rescatados y hoy viven felices con nosotros